16 sept 2013

Abrir los ojos a la realidad

Me dí cuenta de que todo lo que sentía que nunca terminaría terminó, y que acá estoy, disfrutando cada momento, apreciando cada instante, por que nada es igual a como era antes. 
No debemos aferrarnos a lo que nos hace mal,  es algo que creía entender, pero sin embargo no lo aplicaba a mi vida aunque pensaba que sí lo hacia, me aferraba a ello sin abrir los ojos a la realidad y darme cuenta de el error que estaba cometiendo y que había cometido tantas veces. 
Ahora veo que ignorar lo negativo de nuestras vidas no soluciona nada, que ignoré tantas veces en vano sin darme cuenta de que ahí se encontraba el error, pero todo eso fue temporal.
Callé mis sentimientos cuando ellos querían gritar, cerré mis ojos cuando ellos querían ver, negué cuando quería aceptar, me alejé cuando yo misma quería acercarme. 
Resistí a lo que creía que no podría resistir. Y resistí. Y lo logré.

3 comentarios:

  1. Lo que necesita ser gritado tarde o temprano termina saliendo, le des o no el lugar.
    Me encantó la entrada, me identifiqué con ella en algunas cosas.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por los comentarios en mis entradas, estoy siempre de acuerdo con lo que decís. Gracias, igualmente!

    ResponderEliminar

Te invito a transmitirme lo que sentiste. Acá podes ser.